GURDJIEFF ARGENTINA
 
 

EL MOVIMIENTO(l) 18-11-84

¿Por qué es el movimiento tan importante? :Todo el universo es movimiento, todo se mueve, pero se mueve según ciertas leyes, que son naturales, como las leyes matemáticas en el movimiento de los planetas, galaxias, etc., con sus órbitas.

El hombre como animal, también podría moverse en forma natural como un animal. Admiramos en este último los movimientos justamente naturales y propios, especialmente si se trata de animales que no son domésticos y no están en cautividad.
Entonces, ¿cuál es el problema del hombre? El hombre en la civilización se condiciona, y por eso todos sus reflejos son condicionados, a lo Pavlov. También los movimientos son condicionados. Significa que yo no tengo prácticamente movimientos propios, porque todo es debido al desarrollo o al subdesarrollo a que me ha sometido la educación y la civilización. El problema es que no lo vemos, como la mayor parte de la gente no se da cuenta que no está consciente de sí misma.
No está consciente quien se identifica, así no está consciente de que sus movimientos son en realidad reflejos condicionados. Esto se remonta a la temprana infancia, entonces tenemos una gama increíblemente grande de tipos de movimientos, según el tipo y según lo devenido y prácticamente sobre la historia personal de cada uno. Por ejemplo, en mi historia personal hay mucha represión o hay mucha timidéz, entonces los movimientos son correspondientes. O hay mucha agresividad correspondiente, o hay mucho exceso de emoción correspondiente, o hay falta de emoción correspondiente, o hay algo ávido correspondiente...
Toda la gama de las manifestaciones humanas está también en los movimientos, porque influye el cuerpo y el cuerpo los movimientos, pero a la vez hay una retroalimentación: como mis movimientos son condicionados, mis reflejos psicológicos se quedan confirmados. Estoy en la situación de un pordiosero, un mendigo, que cada vez que le dan una limosna, se siente confirmado en su vida de pordiosero, y más le dan, más confirmado se siente.
Y eso va para mí también: más mis reflejos de movimiento son condicionados, más me siento confirmado en mi timidéz, en mi agresividad, en mi emoción excesiva, en mi represión, etc.
Entonces, conocerse a sí mismo, también presupone estudiarse respecto a sus movimientos condicionados. Para estudiar esos movimientos, hay que verlos primero y darse cuenta. Es imposible una evolución o un desarrollo hacia algo más alto, más fino, a menos que estos movimientos también son descondicionados hasta cierto grado.
Como hay esta constante retroalimentación, ésto es un obstáculo que existe, porque mi mente se imagina que estoy que estoy desarrollándome, habiendo leído tantos libros, releyendo los libros, estando en un grupo, haciendo comentarios a los otros, devolviendo a los otros... Todo ésto es todavía cuestionable, muy cuestionable si no hay a la vez un trabajo también sobre los movimientos.
He dejado en forma muy temprana mis movimientos propios, tal vez los tenía de chico, estando en la playa, corriendo en el campo, o lo que sea, pero en general han sido condicionados más y más. Se cristalizan a medida que voy envejeciendo. Y vemos después a la gente vieja, como está condicionada en forma muchas veces lamentable en sus movimientos. Desde ésto se pueden hacer conclusiones sobre el estado interior, naturalmente, porque los dos van juntos.
Entonces es necesario deshacer hasta cierto grado, esta "somatización" de los reflejos condicionados psicológicos y mentales.
Nos podrían servir los Movimientos que hacemos, pero el problema es que ahí hay otros elementos que malogran ésto: primero: ¡es tán cómodo cultivar su propia manera, sus propios reflejos, su propio tipo! Si soy lerdo, me gusta hacer los Movimientos lerdos, me acomodo más o menos, como en ungrupo de treinta personas no se puede estar corrigiendo constantemente a una de ellas, se la deja después a su propio criterio. Y otro, es que entra la competencia, y el falso querer, la ambición. Eso malogra otra vez movimientos naturales y puros.
Es muy difícil conocer movimientos puros, el gesto puro. Antiguamente había rituales que cultivaban ésto, pero con el tiempo, condicionados por una ideologia, se convirtieron en imitación y falsificación.
Entonces lo importante que está en juego acá es no solamente toda nuestra vida, y cómo vamos a a la última parte de nuestra vida, sino está en juego también la posibilidad de un desarrollo real en el Trabajo, porque aquí no hay mentira, aquí hay algo tangible, muy tangible.
En la experiencia psicológica me refugio muy fácilmente en lo anecdótico que cuento, y pienso que con ésto he cumplido con mi tarea; contando cosas de mi vida, dramáticas, sucesos, eventos, o caigo en una introspección, analizándome, interpretándome, albándome, etc. También se les devuelve, pero eso no me transforma realmente, mientras que si transformo el movimiento en algo natural, algo puro, y me hago consciente de ésto, en este momento algo en mí está transformado también interiormente y he hecho un gran pago y una separación de algo que estaba falsamente pegado o mezclado.
Una de las grandes etapas en el proceso séxtuple de la tradición alquímica milenaria, es esta separatio, separación, como un proceso, es decir, separar en realidad lo que está pegado entre mi cuerpo y mi mente y mi emoción. Uno de los grandes alquimistas habla de la desemocionalización del movimiento. Si vemos en nosotros, una gran parte de nuestros movimentos están completamente emocionalizados, pegados, condicionados. Esa separación hace posible que esa parte del cuerpo se manifieste en forma más natural, más pura. Es un camino largo, hay que trabajar con mucha paciencia, pero si yo puedo ver que uno de ustedes reconoce algo, no es en vano.
Eso hace posible que me hago más consciente en la vida, hace posible que también me hago responsable de mis movimientos, de la fuerza motríz, frente a mis hijos, porque ellos también van a seguir en el mismo surco que yo les estoy mostrando. Y ahí tenemos otra vez la cadena de los antepasados para tal vez romperla, por la conciencia.
Quisiera recordar al final todavía dos grandes direcciones: tenemos la involución, de lo más fino hacia lo más denso; y tenemos la evolución, de lo más denso a lo más fino. Estos son opuestos, por eso el dicho alquimista: "La obra es contra la naturaleza" (Opus contra naturam). Así también nuestro trabajo es contra la naturaleza, es decir, la naturaleza en el sentido de la mecanicidad, el condicionamiento. Porque hay dos movimientos que pueden ser simultáneos en cierto momento: uno es espiritualización de lo corpóreo y el otro, es la corporización de lo espiritual. Son dos movimientos que deben encontrarse en cierto lugar, en cierta zona, mejor dicho, y si no comienzo con esta espiritualización o sublimación, desacondicionamiento de los movimientos de mi cuerpo, entonces no voy a llegar a esta zona donde hay este encuentro.


                                             Carlos Matchelajovic

 

   
 
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