GURDJIEFF - ARGENTINA
 
 
 
 

 

 

IRINA TWEEDIE -MAESTRA SUFI

Entrevista a Irina Tweedie— a los 79, " una anciana sabia" del sendero sufí.
El libro de Irina Tweedie, Daughter of Fire —un relato personal de su práctica espiritual bajo la tutela de un maestro sufí de la India—(y su versión abreviada, El abismo de fuego —título de la obra en castellano), se ha hecho un clásico desde que se publicara en 1979, en gran parte por ser uno de los primeros libros que trata las dificultades que encuentra una mujer occidental en el sendero espiritual.

Cuando conocí a Irina Tweedie enseguida me sentí atraída hacia ella por el acento fuerte y rico de su voz y por su forma relajada e íntima. Me sentí en presencia de un alma que me resultaba muy familiar y mis preguntas parecieron fluir como por sí mismas, por su propia voluntad, desde un profundo lugar dentro de mí que realmente quería saber. Por medio de su presencia fuerte, animada, graciosa y profundamente cariñosa, Tweedie mostró ser una mujer en el pleno sentido de la palabra—y alguien que claramente ha alcanzado cierta medida de comprensión espiritual.

MH: En su libro El abismo de fuego , usted habla sobre la diferencia que existe entre el viaje espiritual del hombre y de la mujer. ¿Podría explicar esa diferencia, por favor?
TWEEDIE: La energía creativa del Absoluto, de Dios, funciona de un modo completamente distinto en el hombre que en la mujer. El varón usa su energía creativa para la procreación—que se manifiesta en forma de semen en el hombre. Pero nosotras las mujeres, llevamos (o más bien conservamos) la energía del Absoluto en nuestros chakras. Ya la tenemos dentro de nosotras y desde el punto de vista espiritual no necesitamos tener nada más. Consecuentemente, para los hombres es más difícil alcanzar un nivel espiritual porque la energía sexual debe ser transmutada en otra cosa.

Para nosotras las mujeres eso no es necesario en absoluto. Lo que es importante es no atarnos a las cosas materiales. Nosotras 'creamos' seres humanos. El ser humano nace de nuestro interior—se alimenta de nuestra sangre, de nuestras sustancias corporales—y realmente es parte, no solamente de nuestra psique sino también de nuestro cuerpo. El varón contribuye con la chispa, nosotras ponemos todo lo demás. Para nosotras, la seguridad, el dinero, la protección, el hogar, el alimento y sobre todo alguien que nos cuide, como un hombre (que es quien generalmente lo hace), son de extrema importancia. Para nosotras la renuncia no consiste en tratar de abandonar esas cosas. La única cosa que necesitamos es no atarnos, es des-identificarnos. Esa es la verdadera renuncia y es lo que más nos cuesta.
MH: En su libro, usted habló de la agonía física y emocional que uno atraviesa en el sendero espiritual. ¿Es posible para una mujer no pasar por tal sufrimiento? TWEEDIE: Es muy posible. Depende de cada ser humano. Todos somos absolutamente únicos. Supongo que en mi caso fue necesario porque yo tenía mucho orgullo. Mi maestro un día me dijo que yo tenía muy mal karma y por naturaleza, desde ya que yo era muy rebelde. Creo que esa fue la razón por la que yo tuve que experimentar tanto sufrimiento. No creo que sea necesario para todos. En mi caso fui entrenada en la tradición de Tyaga. Tyaga es completa renuncia. No todos los seres humanos necesitan renunciar a todo. Yo estaba atada, identificada con las cosas. Mi marido me había dejado un buen pasar, y así mi casa, mi dinero, tuve que dejarlo todo ir. La vida espiritual es inseguridad total. No es como caminar sobre el agua, ¡es como caminar en el aire!
MH: Usted menciona su sendero. ¿Podría contarnos sobre el sendero sufí al que usted pertenece y como surgió? TWEEDIE: Mi maestro pertenecía a la rama del sufismo Naqshbandi de la India. Los sufíes eran un grupo de monjes errantes que se llamaban a sí mismos "la hermandad de la pureza" y fueron de profeta en profeta en busca de la verdad. Son muy antiguos, mucho más antiguos que el Islam.
MH: ¿Siguen en su sendero creencias y prácticas especiales? TWEEDIE: Muy pocas prácticas. Encuentro que el sendero sufí es muy libre. Nadie te da de comer en la boca ni te dice qué hacer. El maestro nos da unas pocas reglas muy simples, una cierta meditación y el resto lo tenemos que hacer por nosotros mismos. Pero la ética en este sendero es muy estricta, especialmente en cuanto al robo se refiere. Si uno posee más de lo que necesita, uno está robando. Nuestro maestro nos dijo que si no devolvemos un libro a la biblioteca a tiempo, uno está robando porque otra persona podría estar leyéndolo. Y si comemos más de lo que necesitamos, estamos robando porque alguien más podría tener ese alimento. No tenemos derecho a tomar más del medioambiente que lo imprescindible.

MH: ¿ Cómo entienden en su sendero el concepto de ahimsa ? TWEEDIE: Nuestro maestro decía que refrenarse de matar es únicamente una noción muy rudimentaria de ahimsa , de inofensividad. Ahimsa es mucho más complejo que eso. Por Sobre todo, los seres humanos no deben lastimarse a sí mismos. ¿Y cómo nos lastimamos? Creando hábitos. Cuando creamos hábitos, nos encarcelamos. Si no puedo estar sin tomar té, me aprisiono. Si digo que no puedo estar sin cigarrillos, estoy encarcelado por los cigarrillos. El sufismo considera que somos nosotros quienes nos atamos, encarcelamos; y necesitamos liberarnos. Nadie puede hacerlo por nosotros. La llave es por medio del corazón. MH: En su libro, usted a menudo habla del corazón. ¿Es sufismo el sendero del corazón?
TWEEDIE: Si. Este es el sendero del amor y el sendero del corazón. De más está decir que no me refiero al corazón físico en sí, sino al centro psíquico del corazón, al chakra del corazón. MH: ¿Cómo es el enfoque con respecto a la energía kundalini en esta senda?
TWEEDIE: En el yoga del corazón, kundalini despierta suavemente, uno casi ni la nota al principio. Uno la percibe solamente cuando ya ha llegado al chakra del corazón; entonces uno siente paz, liberación, alegría y mucho amor. Antes de esto, kundalini es despertada tan suavemente que uno ni siquiera lo nota. La energía kundalini solo puede despertar en meditación profunda, sucede por sí mismo. [Pero] Meditar para despertar la kundalini, creo que es tomar el bastón por la punta errada. La energía llamada kundalini es energía terrestre, de la tierra. Se la considera femenina y es la misma energía que se halla en el centro de cada átomo. Esta energía es absolutamente necesaria para alcanzar la Realidad, para alcanzar la realización. Esa es la razón de que todas las escrituras digan que para alcanzar la realización, la Realidad, debemos tener un cuerpo físico. Si no la alcanzamos en esta vida, tenemos que esperar otra reencarnación. Si la kundalini despertase por casualidad o por error o con la ayuda de un maestro que no es suficientemente competente, puede ser muy peligroso. La persona en cuestión puede terminar en un hospital psiquiátrico o hasta puede morir. Nuestro maestro una vez nos dijo: "La gente muere por su causa, la gente se vuelve loca. Pero conmigo nunca le pasó nada a nadie", y sonrió. Él era un maestro muy poderoso. MH: ¿Es necesario tener un maestro en su senda?
TWEEDIE: Los sufíes dicen que es necesario, pero el maestro externo siempre apunta al maestro interno. Hablando estrictamente, uno no necesita un gurú. La vida es el mayor maestro. Pero para percibir que la vida es el más grande maestro, uno ya debe haber alcanzado cierto grado de evolución. Si no, es como asegurar que toda la gente será sabia al llegar a los ochenta. Por supuesto que no todos lo son. Los sufíes dicen que un maestro es necesario porque el sendero sufí es la senda de los místicos. En el camino místico pueden ocurrir cosas tremendas: visiones, voces, sueños poderosos, apariciones, éxtasis. Si uno nunca ha experimentado tales cosas—que desde ya, uno no las ha tenido cuando recién comienza—uno necesita un maestro que nos ayude en el camino. Y luego ciertas experiencias son de tal magnitud que uno realmente cree que se está volviendo loco y se necesita alguien que te tome de la mano y diga: "No, todo está bien."
MH: Usted habló de su maestro guiándola después haber dejado su cuerpo físico. ¿Cómo fue esa experiencia? TWEEDIE: El objetivo de todo yoga es llevar una vida guiada. Si el maestro es realmente un gran ser, el puede llevar al discípulo a un nivel donde el estudiante puede alcanzar al guía espiritual después de su muerte y viceversa. Pero yo no lo sabía en ese entonces y cuando él murió, me sentí traicionada. Estaba desesperada y sentí la necesidad de estar totalmente sola. Fui al Himalaya. Allí un día, en meditación profunda descubrí que podía contactar a mi maestro. En ese momento mi verdadero entrenamiento espiritual comenzó. Desde entonces, tuve que llevar una vida doble: una vida normal en este mundo y un tipo de atención constante dentro de mí. MH: ¿Es esto a lo que usted se refiere en su libro como la presencia constante de Dios?
TWEEDIE: Sí, es como si uno viviese en dos niveles. Parte de ti está constantemente atendiendo a esta guía interior. Ocurre naturalmente. Y la otra parte vive en este mundo. Al principio no es fácil, pero más tarde te acostumbras, se vuelve automático.

MH: ¿Esta experiencia no ocurrió hasta después de su muerte?

TWEEDIE: Sí, esta experiencia ocurrió cuando descubrí que podía contactar a mi maestro. Una noche en meditación profunda mi maestro estaba presente. No puedo explicar cómo, pero de pronto supe que era el maestro. Él no tenía forma física, era tan sólo puro poder. La totalidad de mi persona se encogió en completo terror. Pero poco a poco me acostumbré a ello. Había una comunicación total, una guía total. De algún modo uno simplemente sabe. La mente acepta completamente que no es uno quien está hablando, sino otra cosa. A medida que pasaron los años, esta guía dejó paulatinamente de aparecer. Cada vez más se me dejó sola para tomar decisiones y al principio fue muy incómodo. Yo intentaba comunicarme, contactarlo y no había respuesta, sólo absoluto silencio. Y luego, en un instante, cuando más lo necesitaba, mi mente sabía. Era como una impresión en el corazón y era evidente que no venía de mí porque un segundo antes no sabía nada al respecto. Algunas veces las respuestas a las preguntas eran cosas que yo no podría haber sabido como ser humano. Soy una persona muy común, ¿cómo podría haber sabido las respuestas a los complejos problemas que los seres humanos a veces padecen? Lo que es mucho más maravilloso es que las respuestas eran siempre correctas. MH: ¿De modo que este estado del que usted habla es de hecho bastante práctico?
TWEEDIE: Si, es un conocimiento bastante práctico. Un conocimiento semejante no se adquiere sino que más bien se refleja desde un plano de existencia diferente. Verás, se dice en las escrituras que al final del sendero espiritual, el alma o atman del maestro y el alma del discípulo se unen. Yo nunca entendí este dicho. Tal vez la pista se encuentre allí. La unión tiene lugar en un cierto nivel del cual la mente no sabe nada y tal vez, el conocimiento viene de ahí. No tengo nada que decir sobre ello porque yo misma no sé cómo funciona. Cuando lo necesito, está allí. Y también sé que conseguí el derecho de tenerlo para los demás, nunca para mí. He pagado por ello conmigo misma. MH: Pareciera que su estado de desesperación la abrió a una experiencia mística.
TWEEDIE: Sí, eso es exactamente lo que sucedió. Cuando mi maestro me envió de vuelta a Londres le dije: "Voy a estar sola. ¿Qué voy a hacer?". Él se encogió de hombros y dijo: "Te sentirás desesperada y gritarás. Él siempre está allí, alinéate, harmonízate". Yo creo que este estado de desesperación, este estado de máxima necesidad, dispara algo en nosotros, nos abre a algo dentro de nosotros, que permite que ese conocimiento surja. MH: ¿Puede cualquier persona tener una experiencia mística?
TWEEDIE: La experiencia mística es algo perfectamente normal que todo ser humano experimenta en algún momento u otro de su vida, sin saber que esa es una experiencia mística. MH: "Vivir en la completa presencia de Dios, ¿es diferente o similar a una experiencia mística?
TWEEDIE: Es parecido y es distinto. Las experiencias místicas, como todas las cosas, son relativas y pueden tener diferente grado de intensidad. La gran experiencia de la presencia de Dios, desde ya, es la más elevada. Hay gente que yo no creí que fuesen espirituales para nada, y sin embargo experimentaron ese estado después de tan sólo una breve meditación. Tienen experiencias tremendas, absolutas, transcendentes de algo que podría ser llamado Dios. ¿Cómo puedes explicarlo? Se dice en las escrituras—pero no en las escrituras sufíes—que tal vez ellos hayan tenido esta experiencia en una vida previa. Yo no tengo una explicación de ello. MH: Pareciera que una parte significativa de su experiencia se dejó afuera del libro, [me refiero a] la experiencia que comenzó justamente después de la muerte de su maestro y que la abrió a la experiencia espiritual mucho más completa de estar en presencia de Dios todo el tiempo.
TWEEDIE: Sé que para que estas comunicaciones sean posibles, una parte de mí siempre permanece en la paz infinita, como a los pies de Dios. ¿Qué es lo que ve la gente? Tan sólo un ser humano, una anciana con sus manías. Eso es algo que uno puede ignorar. Pero si el ser humano es capaz de identificarse con aquello dentro de uno que es eterno, entonces las cosas ocurren continuamente del modo más misterioso.

Hay una joven muy agradable que ha estado viniendo a mí cada día por muchos años, y alguien le preguntó: "¿Pero qué hacen en ese grupo? Ustedes toman té, están juntos, meditan y casi no hay ninguna disciplina." "No pasa nada ", ella contestó, "excepto lo extraordinario”. Todos los días ocurren milagros. Nuestro maestro está con nosotros de forma realmente palpable. En este grupo todo tipo de cosas suceden. Estamos realmente involucrados en la cosa humana. Nacen bebés, mueren personas, las parejas se casan, sucede de todo. Y recibimos mucha, mucha ayuda. La gente pasa exámenes [que no podían pasar antes], los niños se mejoran, porque ellos rezan, piden. Hay un modo de rezar con el corazón. Si pides con la cabeza, nada sucede, pero si elevas tu corazón con fe y amor, entonces las cosas suceden fácilmente.

La gente [a veces] tiene visiones por supuesto, y eso puede crear problemas, no sólo para el que tiene la visión (porque es muy confuso) sino también para quien tiene que interpretarla. Generalmente lo hacemos en grupo. E interpretamos los sueños al modo junguiano porque lo que me di cuenta con mi maestro fue que la antigua tradición yoga de sufismo es absolutamente idéntica con la psicología junguiana. Mi maestro me envió de regreso a Londres a raíz de un sueño. Yo me quejé: "Usted me está mandando de vuelta justo cuando parecía que estaba llegando a algo. ¿Por qué?". "Tu sueño me indica que debes irte", dijo. "Aquí a mi lado no progresarás. Debes ir al mundo y hacer algún trabajo. Quedarte aquí sentada no es bueno para ti." MH: ¿Cuál es la relación entre la individuación de Jung y la vida espiritual?
TWEEDIE: Creo que la vida espiritual comienza donde termina la individuación. Después de todo, Carl Jung mismo dijo que la individuación nunca es un acontecimiento espiritual, es completamente psicológico. Hace que el ser humano pueda casarse, establezca una relación, trabaje—que lleve una vida humana común y corriente. Pero el sendero espiritual lo lleva a uno más adelante, más allá de la personalidad. Ya durante el proceso de individuación, hay muchos signos de que el ser humano es más que lo que vemos unos de otros. Los sufíes creen que somos eternos, inmortales y ancestrales, que no tenemos ni principio ni fin. Somos tan sólo un rayo de Dios, una parte del sol espiritual. MH: Pareciera que en la psicoterapia, aun en la tradición junguiana, uno fortalece el ego, mientras que en la tradición espiritual el ego se destruye. ¿Es necesario tener un ego fuerte antes de entrar en el sendero espiritual?
TWEEDIE: Hasta donde yo he visto y he leído en los trabajos de Carl Jung, la psicoterapia no trata de fortalecer [ni de aumentar] el ego, exactamente. Diría que más bien hace que un ser humano tome conciencia de la parte de sí mismo llamada ego. El proceso de individuación es una experiencia que nos llena de humildad en la que uno comprende quién es realmente y se tiene que aceptar, tragar toda su oscuridad. En el momento que uno se da cuenta que todo está latente en nosotros, toda falta, transgresión posible, todo posible ego, nunca más podremos juzgar a otro ser humano. MH: Con todos los distintos grupos espirituales que están surgiendo ahora, pareciera que pudiese darse una [mayor] aceptación de los distintos senderos a Dios, en vez de una competencia entre ellos. ¿Es posible que la gente sepa en sus corazones que todos los caminos llevan a Dios?
TWEEDIE: Sí, creo que eso sucede automáticamente. Verdaderamente, la así llamada competencia ocurre sólo en la superficie. Mira, el ser humano tiene que entender todo a través de su condicionamiento. Es extremadamente difícil. Somos completamente individuales, debemos asegurarnos de que cada religión y cada filosofía se adecuen a cualquier persona en cualquier lugar. Cristo tuvo que hablarles a los pescadores ignorantes de un modo distinto que Mahoma les habló a los árabes que cabalgaban en camellos y peleaban constantemente, una tribu contra la otra otra. El sofisticado Buda tuvo que hablarles a los elegantes sacerdotes de los hindúes de un modo completamente distinto, que por dar un ejemplo, Zoroastro. Desde ya, que en muchos grupos se dice "mi enseñanza es mejor que la enseñanza del otro", pero eso no es bueno. Rasca un poquito debajo de la superficie de cada religión, de cada filosofía y encontrarás "una" verdad subyacente a todas. Pero al principio no creo que sea necesariamente errado que el ser humano pertenezca a diferentes grupos y sea dogmático. ¿Qué es el dogmatismo? Es una limitación. Llegará un momento en que todos trascendamos esta limitación en meditación y comenzamos a comprender que realmente todos los senderos son distintos caminos para llegar a la cima de la
montaña.

Visión Sufi de la Espiritualidad Femenina

Este es un extracto de una entrevista a Irina Tweedie “una Anciana Sabia" del sendero Sufí. En el cual nos muestra su visón sobre las sutilezas de la Espiritualidad Femenina.

-por Myrtle Heery, Yoga Journal, Mayo/Junio 1986-

El libro de Irina Tweedie, Daughter of Fire—un relato personal de su práctica espiritual bajo la tutela de un maestro sufí de la India—(y su versión abreviada, El abismo de fuego—título de la obra en castellano), se ha hecho un clásico desde que se publicara en 1979, en gran parte por ser uno de los primeros libros que trata las dificultades que encuentra una mujer occidental en el sendero espiritual.

M.H: En su libro El abismo de fuego, usted habla sobre la diferencia que existe entre el viaje espiritual del hombre y de la mujer. ¿Podría explicar esa diferencia, por favor?

I.T: La energía creativa del Absoluto, de Dios, funciona de un modo completamente distinto en el hombre que en la mujer. El varón usa su energía creativa para la procreación -- que se manifiesta en forma de semen en el hombre. Pero nosotras las mujeres, llevamos (o más bien conservamos) la energía del Absoluto en nuestros chakras. Ya la tenemos dentro de nosotras y desde el punto de vista espiritual no necesitamos tener nada más. Consecuentemente, para los hombres es más difícil alcanzar un nivel espiritual porque la energía sexual debe ser transmutada en otra cosa.

Para nosotras las mujeres eso no es necesario en absoluto. Lo que es importante es no atarnos a las cosas materiales. Nosotras 'creamos' seres humanos. El ser humano nace de nuestro interior -- se alimenta de nuestra sangre, de nuestras sustancias corporales -- y realmente es parte, no solamente de nuestra psique sino también de nuestro cuerpo. El varón contribuye con la chispa, nosotras ponemos todo lo demás. Para nosotras, la seguridad, el dinero, la protección, el hogar, el alimento y sobre todo alguien que nos cuide, como un hombre (que es quien generalmente lo hace), son de extrema importancia. Para nosotras la renuncia no consiste en tratar de abandonar esas cosas. La única cosa que necesitamos es no atarnos, es des-identificarnos. Esa es la verdadera renuncia y es lo que más nos cuesta.

El Sendero Sufí con Irina Tweedie:
Transcription del programa televisivo Thinking Allowed con el Dr. Jeffrey Mishlove

Irina Tweedie


El programa televisivo patrocinado The Intuition Network, Thinking Allowed, presenta la siguiente transcripción de la serie “Thinking Allowed, Conversations on the Leading Edge of Knowledge and Discovery,” con el Dr. Jeffrey Mishlove.


Dr. JM: Hola y bienvenidos. Hoy se encuentra conmigo la señora Irina Tweedie, autora de un interesante y maravilloso libro, una autobiografía llamada Daughter of Fire , en la que ella documenta sus años de entrenamiento con un Maestro Sufí en la India. Vamos a conversar sobre la tradición Sufí en la actualidad. Bienvenida Sra.Tweedie.

TWEEDIE: Gracias.


Dr. JM: Es un placer tenerla aquí. Los sufíes son místicos muy desconocidos, misteriosos, no muy bien comprendidos en Occidente. Supongo que se podría decir que los rodea un gran misterio. Se los considera muy antiguos, generalmente asociados con el Islam. Y sin embargo usted estudió con un sufí hindú en la India.

TWEEDIE: Sí.


Dr. JM: ¿Cuál es el origen de los sufíes?

TWEEDIE: El origen de los sufíes es muy antiguo, muy antiguo, tan antiguo como la humanidad. Existía en tiempos muy, muy remotos, y se dice que es anterior aún a la tradición védica, había un grupo llamado…


Dr. JM: La tradición védica hindú.

TWEEDIE: Sí, la tradición védica hindú. Se los llamaba los “enmantados”, el grupo de los enmantados que en sánscrito se dice kamal pash . Ellos viajaban de país en país en búsqueda de la Verdad, y amaban escuchar la verdad sin importarles quién la comunicase. Se dice que acudieron a cada profeta y que hasta estuvieron con Jesús..


Dr. JM: ¿Como los tres Reyes Magos.

TWEEDIE: Sí, tal vez; no estoy segura cómo fue, pero eso es lo que nos contó nuestro maestro. Y luego un día ellos escucharon que había un profeta en Medina y en Meca que predicaba la verdad, por lo que decidieron ir a escucharlo. De algún modo, el profeta Mohammed percibió o sintió su llegada y dijo: “Unos kamal pash , los enmantados, están en camino.” Ciertamente, ellos llegaron unos días más tarde, y cuando él los vio venir les dijo: “Existe sólo Uno, no tiene hijos, no tiene parientes. Hay sólo Uno.” Y ellos quedaron encantados porque ellos creían en el Uno. Ellos no creían en la trinidad hindú; ellos no creían en la trinidad cristiana. Ellos creían que hay una sola verdad y un solo Dios, y que eso es todo lo que existe. De modo que le pidieron al profeta Mohammed si podían quedarse con él. Por supuesto que él asintió. Pero cuando el profeta falleció, ellos comenzaron a ser perseguidos, porque ya sabes, el zorro pierde los pelos pero no las mañas. Ellos eran libres, espíritus libres y siempre fueron rebeldes. De modo que se sentaban frente a la mezquita y preguntaban: “¿Por qué van a la mezquita?”. Y tal como hicieran en la India, ellos preguntaban: “¿Por qué van al templo? El Amado está en todos lados. No necesitan buscar por todos lados; la naturaleza misma es el misterio de Dios. No necesitan rezar ni en un templo ni en una mezquita.” Podrá imaginarse que los sacerdotes y los gobernantes de la India o de los países del Medio Oriente los mataban. De modo que ellos son muy anteriores al Islam.

Dr. JM: Y en cierto sentido, en diferentes períodos de tiempo ellos fueron los sabios asesores de los gobernantes y en otros períodos fueron considerados como renegados que trataban de socavar las instituciones.

TWEEDIE: Sí, exactamente. Pero ellos siempre fueron rebeldes, siempre fueron espíritus libres. Si el rey o el gobernante también era un espíritu libre, entonces este les permitía ayudarlo. Pero si más bien tenía una mente cerrada y no era libre y estaba lleno de dogmas, entonces los mandaban matar. A veces sucedían las dos cosas.

Dr. JM: Y pareciera que en algún nivel, los sufíes eran indiferentes tanto a si eran ricos o muy pobres, a si eran aceptados o rechazados. Ellos seguían un conjunto de valores totalmente espirituales.

TWEEDIE: Cierto. En la antigüedad los grandes sufíes eran zapateros, alfareros, sastres. Y cuando un sufí se volvía verdaderamente rico o si a causa de su talento alcanzaba un muy buen cargo, renunciaba a aquella posición. Los sufíes deben servir a los seres humanos entre otros seres humanos, siendo una parte indistinguible de la humanidad, de la sociedad en la que viven.

Dr. JM: Uno de los métodos del entrenamiento sufí básicos, según entiendo, es el uso del cuento-enseñanza. De hecho, entiendo que los cuentos-enseñanza sufíes fueron la base de las fábulas de Esopo y de las parábolas de Jesús y de muchas de las fábulas de una cantidad de distintas religiones. Hasta las historias hasídicas judías supuestamente derivan de los cuentos sufíes y las historias del conejo Brer.

TWEEDIE: Bueno, se han usado cuentos en muchas, muchas tradiciones del Medio Oriente, y en los grupos sufíes siempre ha habido un cuentacuentos sufí o el mismo maestro contará historias, o los discípulos contarán historias. Generalmente son cuentos-enseñanza con un significado especial en un día determinado y para la gente apropiada. Esa es la tradición.


Dr. JM: Y sin embargo estas historias han sido preservadas y transmitidas a través del tiempo. Cuando escucho a la gente que se autodenomina sufí contando estas historias, uno tiene la sensación como si existiese una ciencia en el uso del cuento-enseñanza.

TWEEDIE: Sí la hay. Nosotros usamos [esta ciencia], de una forma que me gustaría mencionar; nosotros la usamos en la interpretación de sueños. Siento que esta es la forma moderna de los cuentos sufíes. Son las modernas [historias] psicológicas…

Dr. JM: ¿Podría explicar eso? ¿Qué quiere decir con ello?

TWEEDIE: Nosotros creemos que un sueño tiene mucho más significado que ser un mero sueño. Es un mensaje de nuestro inconsciente para nosotros mismos. Es una guía sobre cómo comportarse, qué hacer en la vida, en el sendero espiritual. De modo que los sueños muchas veces son muy, muy importantes; e interpretar un sueño es entrar en contacto con un ser humano en un nivel diferente de consciencia. [Contar el sueño] les ayuda a ser aceptados, a ser el centro de atención, que a todos nos gusta. Y por supuesto como se realiza en grupo, todos aprenden de la interpretación del sueño, al igual que en los cuentos sufíes.



Dr. JM: ¿De qué modo se podría comparar la interpretación de un sueño con contar un cuento sufí?


TWEEDIE: Es exactamente igual a contar una historia sufí. Ellos primero narran todo el sueño, generalmente un historia colorida llena de simbolismo. Luego se separa el sueño en partes y luego se lo vuelve a unir, y todos darán su opinión. Hallamos que cada sueño tiene algo especial que contarle al narrador y todos los que lo interpretan a menudo hallan vislumbres de verdad en él.

Dr. JM: Ahora, al contar las historias sufíes, usted dice que uno trata de hallar el cuento apropiado para la persona adecuada en el momento preciso, y supongo que el objetivo es cultivar la intuición al hacerlo.

TWEEDIE: Esa es la idea.

Dr. JM: Y además, entiendo que en la interpretación de sueños uno usa esa misma habilidad.

TWEEDIE: Exactamente. Esa es realmente la idea en que se basa todo.

Dr. JM: Una de las características que usted ha descrito en sus escritos que es esencial para alcanzar verdaderamente la conciencia del Absoluto, el conocimiento del Uno, para llegar a esa experiencia que supongo los místicos han llamado unión divina—requiere de un tipo de energía, un tipo de empuje especial, algunas veces asociado creo que en la tradición hindú, con kundalini o la energía que los yoguis dicen es como una serpiente enroscada que asciende por la columna vertebral y activa poderes casi super-naturales. Esto es parte de la tradición sufí también.

TWEEDIE: Es también parte de la tradición sufí, y es una fuerza muy potente. Es una energía que está, como dicen, contenida dentro de la base de la columna. Debiera ascender hasta la punta de la cabeza [pasando] a través de todos los chakras. Los chakras son centros psíquicos conectados con la columna. Hay uno justo en la base de la columna, hay uno aquí, uno en el corazón, luego en la garganta, otro en la frente y también uno en la punta de la cabeza.

Dr. JM: A menudo parecieran estar asociados con las diversas glándulas endocrinas.

TWEEDIE: Se asocian con las diversas glándulas endocrinas, correcto.

Dr. JM: Y las hormonas del cuerpo, [se relacionan con] el funcionamiento emocional.

TWEEDIE: El funcionamiento emocional del cuerpo humano. Verá, la espiritualidad es tremendamente difícil. Se nos engaña tanto con las bellezas de este mundo. ¿No decimos en el Padre Nuestro, “No me hagas caer en la tentación”? Lo que esto significa verdaderamente es—no me lleves a la tentación con Tu bello mundo, con lo que Tú has creado. Estamos tan engullidos, tan absortos en la belleza del mundo que en verdad olvidamos completamente de dónde vinimos, quiénes somos y a dónde vamos.

Dr. JM: Digamos que perdidos en los jardín [del olvido].

TWEEDIE: Perdidos en los jardines de belleza del mundo. Y los sufíes dicen que necesitamos un cierto empuje que nos propulse fuera de esta ilusión. Y es exactamente esta energía la que nos ayuda a hacer esto. Es muy interesante que esta energía tenga que ver con la energía sexual. Parte de la energía kundalini se expresa como energía sexual, pero sólo una tercera parte. Ello mantiene el cuerpo joven; la usamos para la procreación, y es realmente importante porque es precisamente esta energía viril en los varones y en las mujeres lo que mantiene el cuerpo vivo y nos da alegría de vivir. La otra, la mayor parte de esta energía serpiente, como se la llama, nos llevará fuera del mundo. De modo que [kundalini] tiene una doble función. Dicen que el símbolo de la serpiente tiene una lengua; la lengua está bifurcada. Es como si una bifurcación de la lengua se dirigiera hacia la vida y la otra nos condujera fuera de la vida hacia nuestro verdadero hogar que es el plano espiritual.

Dr. JM: En cierto modo lo que usted pareciera estar diciendo es que en última instancia la vida espiritual no es una vida de aislamiento, sino una vida bien equilibrada donde el cuerpo es saludable. Y que estamos aquí en el jardín apreciando toda la belleza de este mundo, pero no perdidos en él.

TWEEDIE: Nuestro maestro solía decir: “Por favor, sin historias ni exageraciones. Con los pies firmemente en el suelo pero con tu cabeza has de sostener el mundo del cielo, para que no se caiga encima de la gente.” Lo que él quería decir es que algunas personas imaginan que están tanto en las nubes que creen que el cielo va a caerse, por lo tanto tenemos que mantener el equilibrio en nosotros y ayudar a otros a mantener el equilibrio.

Dr. JM: Ahora bien, una parte esencial de su tradición, creo, es el rol del maestro—que es necesario tener un maestro para verdaderamente poder alcanzar estos elevados estados de conciencia.

TWEEDIE: Es importante tener un maestro. Verá, llega un momento en que eres consciente en diferentes planos de conciencia, digamos que en algún lugar que no es el plano físico. Allí puede encontrar seres—podrían ser ángeles o gente muerta o malos espíritus—y tal vez nos digan que son el gurú, el maestro, o algo. ¿Cómo ha de saberlo, si alguien no le toma de la mano y se lo explica? Por lo tanto al principio uno necesita de alguien. Los maestros sufíes se llaman guías. Ellos guían el alma. No son gurúes y ni siquiera son maestros—solo guías, para explicarles a las personas dónde están se encuentran en un determinado momento. Esa es realmente la función.

Dr. JM: Ahora bien, cuando usted describe estos seres—los ángeles, los demonios, los espíritus de los muertos—inmediatamente pienso en mí mismo, bueno, ya sabe, nuestra mente está llena de pensamientos. Tenemos una oleada de pensamientos, vocecitas dentro de nosotros. Las llamamos nuestros pensamientos todo el tiempo, sugiriéndonos ir por este o aquel camino. Verdaderamente tenemos que tener que hacer el mismo tipo de distinciones en nuestra propia vida.

TWEEDIE: Sí, eso es verdaderamente cierto. La mente puede ser un terrible demonio. De hecho en Persia la llaman shaitan , que significa satán.

Dr. JM: ¿La mente en sí?

TWEEDIE: La misma mente. La mente en sí es un demonio terrible. Reflejará todo tipo de cosas frente a nosotros, malos pensamientos y de todo, y debemos ser capaces de distinguir qué es lo que queremos hacer de acuerdo a nuestra propia voluntad—seguir este pensamiento o aquél, u este comportamiento o aquel comportamiento.

Dr. JM: En otras palabras, [debemos] llegar a ser el maestro de nuestras propias mentes.

TWEEDIE: Correcto. Eso es lo que debiéramos hacer. Verdaderamente es la parte importante de la vida espiritual.

Dr. JM: Y casi pareciera como una paradoja porque definitivamente si uno ha de volverse el maestro de su propia mente, entonces al menos debe haber una parte de la mente a la que le gustaría llegar a ser el maestro de cada una de las otras partes.

TWEEDIE: Mire, eso que acaba de mencionar es una gran paradoja, porque es la parte superior de la mente la que se ha de volver el maestro de la parte inferior de la mente—inferior en el sentido de que es más densa, el aspecto más ignorante de la mente. Yo no creo en el pecado. El pecado es sólo ignorancia, y para salir de la ignorancia necesitamos algo más positivo que la ignorancia.

Dr. JM: Noto que usted está introduciendo la noción de jerarquía aquí.

TWEEDIE: Sí. Verá no se puede cortar queso con queso. Se debe cortar el queso con un cuchillo que sea más duro que el queso. Si quiere controlar el intelecto inferior, debe tener el intelecto superior para poder hacerlo; y también [debe tener] el poder de voluntad que es absolutamente divino en el ser humano.

Dr. JM: Y entiendo que es el rol del maestro desarrollar el poder de la voluntad, las formas superiores del intelecto.

TWEEDIE: Exactamente. Ha usado la palabra intuición que es muy acertada. La forma mental superior es precisamente la intuición. Muy, muy cierto. Eso debe ser desarrollado. Y, como sabe, hay seres humanos que tienen una gran cantidad de poder de intuición, y conozco gente muy inteligente que no la tiene para nada. Y conozco gente muy simple—conocí campesinos en la India que son increíblemente intuitivos. La intuición trabaja como una chispa de luz, y mire, todos los grandes inventos, todos los grandes descubrimientos, verdaderamente no provienen de la mente. Si lo observa, lo comprobará. ¿Qué hace la mente? Calcula, prepara el terreno, prepara la copa. Pero la última chispa es siempre la intuición. Tal vez sea una manzana cayendo de un árbol como en el caso de Newton. Podría ser un poquito de moho que un día será penicilina, y muchos otros ejemplos. El último detalle, el último elemento en toda invención, en todo descubrimiento, es la intuición. La mente solamente prepara el terreno.

Dr. JM: Es como si lo que estamos diciendo es que esa creatividad nos llega desde otro plano.

TWEEDIE: Desde el plano espiritual. Verá, la sabiduría verdadera, la gnosis, llega desde el alma. No está en nuestra mente. Además, nosotros ni siquiera pensamos con nuestro cerebro; los neurólogos modernos te lo dirán. Hace tres o cuatro años atrás escuché a Peter Finnick, uno de los grandes neurólogos de Inglaterra. Él nos dio una maravillosa charla sobre la mente, los hemisferios del cerebro; y él repitió dos veces—grabé su conferencia porque estaba muy interesada—que nosotros no pensamos con nuestro cerebro. Nosotros pensamos en algún lugar por encima de la cabeza, en nuestro cuerpo mental; y el cerebro solamente lo transmuta y lo pone en palabras. [El cerebro] es tan sólo como una computadora, un tipo de—cómo diría—instrumento.

Dr. JM: Bueno, yo sé que Sir John Eccles, que es un laureado con el Premio Nobel en neurofisiología, se refiere al alma o al espíritu como masajeando el cerebro. Pero este es un punto de vista minoritario; la mayoría de los científicos discreparía con esa posición. Pero los sufíes, ellos realmente parecen ser expertos en este conocimiento del alma.

TWEEDIE: Verá, es solamente un punto de vista minoritario ahora; [un día] va a ser el punto de vista mayoritario. Y cuanto más progrese la ciencia, más se acercará a la espiritualidad, y un día se fusionarán. Estoy absolutamente segura de ello.

Dr. JM: Idries Shah, el gran escritor sufí, sugiere que verdaderamente lo que de hecho los sufíes están haciendo, es guiar la evolución de la raza humana.

TWEEDIE: Eso es perfectamente correcto. Estoy completamente de acuerdo. Nuestro maestro dijo lo mismo con distintas palabras. Sí.

Dr. JM: Y pareciera como si—y sé que existe una tradición sufí de no hablar mucho sobre estos temas esotéricos hasta que el alumno está listo, de modo que entiendo su reticencia a hablar sobre ello—pero cuando estos temas esotéricos son revelados, se tiene la sensación de que gran parte del trabajo del entrenador sufí se da en los planos interiores en sí, en el plano del origen de la creatividad, en el reino del espíritu—que existe algo casi—tal vez estoy yendo muy lejos, pero, ¿sería incorrecto decir que los sufíes son casi técnicos en ese plano?

TWEEDIE: Sabe, yo diría que usted es un sufí. Lo ha dicho bellamente. Es exactamente así.

Dr. JM: Bueno, me siento halagado, pero verdaderamente estoy especulando. Yo tengo la sensación de que tal vez exista un conocimiento muy preciso sobre el trabajo en los planos interiores, y que tal vez algunos de nosotros—y realmente me incluyo aquí—somos como niños, no comprendemos. Tal como cuando yo era un niño pequeño y no sabía cómo funcionaba un automóvil o el equipo electrónico, pero sabía que otras personas sí sabían. Y ahora que comienzo, que todos comenzamos a explorar el reino del espíritu, me pregunto si no existen ingenieros y técnicos de este reino también. Y tal vez los sufíes encarnan ese conocimiento.

TWEEDIE: Bueno, yo creo que sí, pero únicamente los sufíes que están en un nivel de evolución muy elevado, a quienes llamamos Masters o Maestros. Y ellos nos ayudan, a la humanidad como un todo, a dar un paso adelante hacia esta realidad. No todos; el sufí común generalmente no tiene este conocimiento, únicamente los ‘grandes'. Pero usted lo ha explicado muy bien. Es exactamente así.

Dr. JM: Durante su entrenamiento, en su libro, usted describe cómo su maestro se le aparecía, tengo la sensación que en sus sueños.

TWEEDIE: Sí. Y ahora siempre puedo contactar a mi Master, no sólo en meditación. Al principio, podía contactarlo únicamente durante meditación. Ahora lo puedo contactar en cualquier momento. Es una impresión en mi corazón, y uno sabe. Pero nunca puedo contactarlo por mí, sólo por otros, cuando alguien necesita ayuda. Por mí nunca puedo contactarlo.

Dr. JM: Tal vez a esta altura usted ya no lo necesite.

TWEEDIE: Bueno, no lo sé. Algunas veces uno lo necesita. A veces la vida puede ser bastante miserable para todos.

Dr. JM: Y ciertamente usted describe que durante su entrenamiento pasó por momentos muy, muy difíciles. Supongo que se podría decir que hasta fue forzada a experimentar ese sufrimiento. Hay un propósito en ello. Creo que uno podría decir, observando la evolución de las especies, que tal vez hay un propósito o un valor en el sufrimiento que la raza humana ha sufrido.

TWEEDIE: Bueno, mire, desafortunadamente nosotros estamos hechos de modo tal que no aprendemos si no sufrimos. Tenemos que experimentar dolor para poder aprender. Y tal vez aquí uno pudiese explicar la ley del karma. La gente dice: “Oh, sufro porque tengo mal karma.” No necesariamente. Creo que el karma es una escuela de aprendizaje y aunque haya aprendido la lección anteriormente, tal vez tengo que sufrir un poquito más para aprenderla una vez más. Eso es todo.

Dr. JM: Entonces sería muy reconfortante, y tal vez una ilusión desde algún nivel, si en nuestro sufrimiento existen estos espíritus más elevados, los Masters sufíes si le parece, que están observando, que están guiando, que nos están impulsando en cierto modo, hacia una realización mayor. Supongo que el riesgo es que no nos engañemos creyendo estar siendo guiados por estos seres más elevados.

TWEEDIE: ¿Por qué piensa que nos engañamos? Tales seres elevados existen. Ellos son tan sólo hermanos u hermanas mayores que lo hicieron antes y que nos están ayudando. Yo creo eso. Además, realmente creo que nunca estamos solos. Cada uno de nosotros, tiene alguien del otro lado que nos está ayudando. Sea nuestro ancestro o alguien que nos amó, la madre, el padre, que ya no están en este mundo, o un maestro que siente que esta alma necesita esta ayuda particular en este momento particular. Mire, yo creo eso. No es una ilusión, se lo puedo asegurar. Hay una gran hermandad mística, en algún lugar, observándonos.

Dr. JM: Lo que dice me recuerda a una idea que tengo sobre la psicoterapia, y es que el rol del terapeuta –y supongo que el del maestro espiritual es parecido—es el de reconfortar al preocupado y también de incomodar al satisfecho.

TWEEDIE: [Ríe] Lo dice muy bien. Realmente bien. Es exactamente así. Mire, uno tiene que confundir la mente para que la mente se rinda y permita que se abra paso la intuición. Es así de simple.

Dr. JM: Entonces al confrontarse con una tradición espiritual como el sufismo, honestamente uno tiene que esperar pasar por una sensación de desbarajuste. Sin desbarajuste, el sendero tal vez no valdría la pena.

TWEEDIE: Sí. Yo creo que tenemos que pasarlo porque estamos tan condicionados en este mundo, en nuestra educación, en nuestra herencia, nuestros dogmas, la religión y tantos más, que verdaderamente necesitamos ser sacudidos fuera de ello. Y los sufíes generalmente trabajan con técnicas de shock. Esto es similar a los budistas zen.

Dr. JM: Finalmente es como si su objetivo fuese— [antes] dije técnicos espirituales; ahora casi tengo la sensación de que los sufíes son como sociólogos, que ven más allá del condicionamiento social.

TWEEDIE: Sí, sí, y todo se hace enteramente a nivel psicológico. Y si usted realmente tiene el tiempo y la voluntad de leer el libro, verá que todo el antiguo entrenamiento sufí ideado hace miles de años, es verdaderamente la psicología moderna de principio a fin. Ciertamente lo es.

Dr. JM: Bueno Sra. Tweedie, uno tiene la sensación de que hay aún más profundidad en el sufismo que uno encontraría en la psicología moderna, con toda su magnificencia. Es como si la psicología moderna fuera el jardín, pero el sufismo parece combinar la psicología, la sociología, la religión, la espiritualidad, la creatividad, todas esas cosas.

TWEEDIE: Más bien yo diría que el análisis y la psicología moderna terminan donde los sufíes o la espiritualidad comienza.

 

 

 
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