GURDJIEFF ARGENTINA

RECORDANDO A CARLOS...

17/09/89 ACEPTANDO TODO, TRASCENDERÁS AH!

 

Tengo un pequeño mensaje. Es un llamado otra vez, un llamado a todos: ACEPTANDO TODO, TRASCENDERÁS. ACEPTANDO TODO, TRASCENDERÁS. ACEPTANDO TODO, TRASCENDERÁS.

No había lugar para poner la palabra: ACEPTANDO CONSCIENTEMENTE. Aceptando todo, no es resignando, aceptando, y trascender ¿Qué?, trascender lo que soy ahora.

Los libros tienen escrito lo que ocupa tanto las fantasías de los viejos en los grupos: constantemente están dudando, ya soy número cinco, número séis, soy hombre número cuatro, eso ya es algo que no cuenta mucho, eso es lo más difícil: número cuatro y hay que trascender esto, es decir llegar a esto justamente, esto está puesto en números trascendiendo el nivel mecánico, el nivel completamente subjetivo, el nivel de la dualidad, el nivel del sí o no, me gusta-no me gusta, eso sí-eso no. Así es como la gente viene al grupo: ese grupo me gusta más que el otro, me voy a quedar un poquito, y después cuando ya no me gusta voy a probar otro, y así de esa manera no voy a trascender nada. Tengo un cuerpo maravillosamente diseñado con muchas potencialidades, muy bien estructurado con sus funciones, si pudiera trascender la parte ordinaria o mecánica de estas funciones así podría llegar a una liberación, por lo menos en la primera liberación de la cual habla Gurdjieff en Perspectivas, y así hasta llegar a una liberación más grande todavía: el Moksha de los hindúes. Así podría terminar en un maravilloso ideal que tienen ellos, no el santo beato bien higienizado, sino el Shivan que ya está liberado en la vida y esto es una increible posibilidad que en la que el hombre pueda liberarse en la vida de sus propias cadenas que él ha formado y que ha tenido que formarse porque toda la educación no has inculcado constantemente que es la queja, ya en los jóvenes sean ricos menos ricos o pobres, todos se quejan y nosotros nos quejamos todavía más. Hay un constante descontento que se ve en las comisuras porque estamos a merced de una imagen de nosotros mismos y que no corresponde a mí mismo realmente. Tenemos la imagen de los deseos y que después he tenido que reprimir, y esta educación nos ha llevado a ponernos en una situación de necesitar una segunda educación. Y muy poco se toma el Trabajo como una segunda educación, porque el adulto ya toma su lugar y piensa: tengo bienes, tengo empresas, tengo títulos, tengo fama, tengo dinero, tengo una gran familia, tengo, tengo, tengo… En realidad necesito otra educación, la necesito también para poder educar a mis niños. El Cristo dijo en este famoso dicho: “no he venido para traer la paz, sino la espada.” Y en el Evangelio de Santo Tomás dice todavía más: “He venido para traer la espada, el fuego y la guerra”. Pero esto último lo han tachado porque les parecía demasiado, pero está ahí, está ahí como fuente. ¿Esto qué quiere decir? El gran problema de nosotros es que no podemos aceptar el mundo, el mundo tal como es, debe ser así, porque en una parte donde está el horror de la aniquilación de masas, al otro lado corresponde un bienestar de los otros. Hasta ahora Uds están en el lado del bienestar, la austeridad ya parece una quimera, pero históricamente todo puede cambiar. “Los molinos de Dios muelen muy lentamente”, dice un dicho.

Pero uno piensa una parte, y lo pone en absoluto. Este aceptar el mundo es un gran problema, porque el mundo parece terrible, injusto, violento, negativo, destructivo, pero en el gran equilibrio del movimiento cósmico todo esto tiene también su lugar. Nosotros debido a nuestro dualismo, tenemos la idea: solamente lo bello es bello, y tenemos una interpretación muy subjetiva de lo es bello y que a veces no es lo realmente bello sino que es lo estético a lo que llamamos bello. Pero ¡TAMBIEN LO FEO ES BELLO! Y eso es algo que no entra en nuestro cerebro: lo feo también es bello, porque es parte de la vida, es parte del mundo , porque sino ¿cómo podría existir lo bello si no existiera lo feo?, y no lo quisiéramos ver especialmente en el mundo, lo negamos, pero pertenece al mundo, es el mundo, es todo, creado con todo, con lo feo, con lo bello, y así nosotros no queremos ver lo feo, no queremos aceptar lo feo, por eso no nos aceptamos a nosotros mismos, ese es el gran problema. Todavía estamos muy en contra de nosotros mismos; exteriormente tengo que adaptarme, el negocio, mis hijos, mi dinero, tengo que cumplir con mis responsabilidades ¿pero quién realmente se ha aceptado interiormente? Todo el mundo está lleno de complejos, -como dicen los “shrinks” analistas- todo el mundo está listo en realidad para ir a un psicoanalista, en una u otra forma, pero no lo hacemos porque no conviene y saldremos sin esto y si aun asi van, tampoco cambian. No me acepto a mí mismo, y ese es un gran problema: aceptación. Por eso no puedo trascender, por eso me quedo con esa parte de no acepto, que Jung llama la sombra, cada uno tiene su sombra, su lado oscuro. Nosotros lo dividimos en lo negativo, imaginación negativa, emociones negativas, la parte negativa del instinto donde ya se ha somatizado lo negativo, lo que hemos llamado “las cuentas interiores”, ya están corporizadas mis cosas negativas: la envidia, la competencia, la ambición, la malevolencia. Hay muy poca buena voluntad, hay mucha malevolencia, lo disfrazamos con la máscara que hemos aprendido a mostrar al mundo. Psicológicamente nos pintamos, pero, si pudiera aceptarme tal como soy, con toda la sombra, con todas las partes mezquinas que niego, las partes feas, este tremendo estercolero que está en mí y que está fermentando a veces y que en realidad podría ser un buen abono algún día, porque lo dejo como “amalo”, y lo amalo no me gusta. Quiero ser una buena persona, una persona respetada, una persona sin manchas. Hasta leo Don Juan y me imagino que ya soy un guerrero impecable, así como algunos ya se han mostrado en los grupos, felizmente después se olvidan de esto.

Pero este aceptarme a mí mismo es un enorme paso, lo sé por mi propia experiencia, -si alguien no se ha aceptado, ese era yo-. No podía, no quería y después tenía que aprender sufriendo, pero por fin, cada vez que sufrí por esto también me he liberado de algo y estoy siguiendo este proceso. Uno no está tanto bajo la compulsión de la imagen que quiere proyectar al mundo. De ser bueno, de ser correcto, de ser esto y aquello, por lo menos ser un santón de cartón. Pero eso está otra vez conectado con ese dicho muy profundo de Gurdjieff en Fragmentos que le dijo a la gente: “ A menos que el hombre se horrorice de sí mismo –en el libro solamente está se horrorice se han olvidado de si mismo- pero es muy importante: se horrorice de sí mismo. “No sabe nada de sí”, sabe solamente la parte de la máscara, sabe solamente de la parte que uno piensa que es correcto, bello, que adorna mi personalidad. Ya Nietzche dijo que tenemos muy poco contacto con nuestras raíces, como el árbol tiene raíces, así tenemos raíces nosotros también. Estas raíces muchas veces han crecido hacia abajo, hacia lo malo y no queremos saberlo, no queremos ayudar a esas raíces, siempre hay interiormente algo compulsivo que no nos libera. Hemos aceptado tanto este estado que casi no pensamos que existiera otra posibilidad. Eso que dice la analogía del Trabajo de la prisión: el hombre sencillamente se ha acostumbrado a su prisión. A veces se da una escapadita, toman fotos de todo y después regresa, es cómodo, lo vienen a visitar, le dan todo, pero siempre es una prisión. Algunos han adornado su prisión con barrotes de oro, piensan que eso es una prisión rica pero siempre es una prisión. El hombre está basicamente destinado a ser libre y transformar y trascender estas partes que no quiere aceptar.

Mucha gente se fue buscando a los sabios de la India y uno de estos era Shri Ramana Maharshi y cuando otros le han preguntado sobre cuando termina la guerra, él dijo: “deje al mundo y realicese a sí mismo y acepte al mundo tal como es.” No podían comprender , porque un sabio debe estar del lado de lo bueno, no puede aceptar que el mundo tiene estas partes terribles como las guerras. Son terribles, pero así es el mundo, y no va a cambiar mientras no haya un cierto porcentaje de personas que busquen cambiar, ahí tiene que comenzar.

El mundo está incluso contra Dios, porque dice: “No puede ser que un Dios admita todas estas guerras, estos terribles holocaustos….” Pero se olvidan de algo que nos enseña el Rayo de Creación que es: Una vez creado el mundo, con una maravillosa intención, con maravillosas posibilidades, ni Dios puede cambiar las leyes que ha puesto; tres leyes, seis leyes, doce leyes….hasta cuarenta y ocho leyes, noventa y séis leyes, así dice la teoría, así está bajo una cantidad de órdenes de leyes y El no puede cambiar esto. El cambio sería muy arriba, cuando una vez como dice Gurdjieff en Belcebú, que ha cambiado el sistema, cuando apareció la amenaza que el mismo sistema del mundo estaba amenazado por el famoso Heropas, que estaba en las Tablas de la Ley, en el verano: Heropas, el devorador, y el estaba también para devorar al mismo Universo, en un proceso de lenta entropía. Ahora ha cambiado, por eso existe la gran ley del proceso Trogoautoegócrata, que es el mantenimiento del mundo en un cierto equilibrio por si mismo, y el movimiento cósmico armónico general. Eso nos parece muy lejos, porque estamos tan enredados en las cosas humanas, en el punto de vista personal, que no vemos que esto en realidad es algo increíble, que existe un sistema, una formación del Universo, de un Shaget, de un cosmos, de un omniverso, que toda funciona en equilibrio. Y Dios no puede cambiar, porque Dios no puede cambiar las reglas de ajedrez cuando se sienta conmigo y juega en el tablero, porque es la vieja broma: si Dios mueve una figura de su manera y el otro dice: No, eso no es así, en ajedrez no se hace esto. Pero Él dice- Bueno, soy Dios- pero Él no puede hacerlo porque se acaba el ajedrez. Y cuando Dios quisiera cambiar las leyes e intervenir, se acaba todo el juego. Eso no lo comprendemos y tenemos nuestra vista de la injusticia de Dios contra la cual estoy dando coces.

El equilibrio. Eso hemos perdido, porque hemos perdido el centro, el medio, porque nuestra manera de ser, de reaccionar, de sentir, de pensar, es todo en opuestos. Y como no acepto los dos opuestos a la vez, que sería una reconciliación de los opuestos, una conjunción de los opuestos. Una de las exigencias del Gran Sello, del Mahamudra, que hemos estudiado en otra época, tal vez en una forma que no estabamos maduros.

Siempre estoy en un extremo, extremo del sí o no, me gusta-no me gusta, feliz-triste; y cuando estoy en un lado me olvido del otro, y cuando paso por el medio, pasa tan rápido como el péndulo, no me doy cuenta, porque no soy suficientemente presente y no me recuerdo: pero ahí está el medio.

Hay grandes literaturas del budismo del Nagarjuna, como el camino medio, middle-way, pero lo importante es comenzar conmigo y ¡si estoy en el medio puedo aceptar.!Es una posición increíble en realidad, veo triádicamente, esto está acá, esto está allá y yo estoy aquí en el medio. ¡Qué enorme posibilidad!, qué enorme potencialidad tiene el hombre que si esta realmente en el medio puede trascender los opuestos, aceptando este lado y aceptando el otro lado, aprendiendo a balancearse, entonces sí, hay una posibilidad algun día de volverser un hombre número cuatro. Algunos se adjudican cuatro, cinco, séis , y son los menos balanceados. El hombre ha perdido su medio, ha perdido su eje, ha perdido su centro, y aparecen libros como Hara, pero el hombre tiene que tener una visión más completa de moverse hacia el medio, donde se mueven las cosas alrededor de él, pero él está para llamarlo así; no-movido. Llegar a ser el movedor-no-movido, el movedor-no-movido, de Hub, el cubo. La rueda puede tener cualquier velocidad, pero yo en el cubo, en el ojo del huracán, pero eso no buscamos, estamos todavía demasiado periféricos como dijimos en la analogía de la rueda, de la llanta, aquí, alla, todo nos fascina, todo nos atrae, todo nos hace identificarnos, todo es asomarnos, en lugar de tener la vista en el centro, como la gente en los viejos tiempos en Europa, tenían que asomarse para ver que pasaba en la calle. Aquí también habia algo en los balcones, en lugar de quedarse adentro y ver, afuera esta esto pero yo estoy adentro. Lo dice en el mismo evangelio de Santo Tomas: “ Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, y si establezcáis el varón con la hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no sea masculino y la mujer no sea femenina, cuando establezcáis   un ojo   en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen     en el lugar de una imagen— entonces entraréis en   el Reino de Dios.” Nosotros hacemos una enorme separación por los topes. Todo lo que es contradicción a la basura, al sótano. Y esto es una cosa muy unilateral. Soy unilateral, estoy siempre en un lado: este lado, aquel lado, y no voy a descubrir realmente el significado del aforismo que está en las Tablas esta semana: Aceptando todo trascenderás, porque el significado lo puede descubrir cuando estoy realmente en el medio no en un extremo.

Si no puedo aceptarme a mí mismo realmente, hay que darse cuenta que todavía soy enemigo de mi mismo, y es increíble como veinte años de Trabajo en los grupos no da garantía contra esto. Siendo un instructor excelente, no da garantía y eso es lo difícil y a la vez maravilloso, porque solamente si hay un cambio real en mí, una verdadera comprensión profunda, una aceptación de todas mis partes, entonces hay trascendencia. Y si no me puedo aceptar a mí mismo, ¿cómo puedo aceptar al otro? Todos estamos regateando mutuamente, hasta en los matrimonios hay regateo. Si, se adapta uno un poquito así, uno cede aquí, y por fin se arregla con la rutina…pero eso no lleva a una verdadera liberación, a una verdadera trascendencia de mis partes ordinarias y entrar en el mundo de los hidrógenos más altos. Aceptar al otro, cuando Cristo dice en los Evangelios: “Amad a vuestros enemigos.” Nosotros lo tomamos literalmente, pero ya les dije una vez: mis enemigos muchas veces son, esotéricamente hablando, mis amigos. Me ayudan, ponen el dedo en la llaga y me ven sin consideración. Pero yo no quiero esto, quiero ayudarme con personas que llamo “amigos” entre comillas, que me están adulando, eso me gusta, un adulador siempre es un buen amigo, pero esos son en realidad mis enemigos. Todo es distinto cuando esta dicho al pie de la letra y por eso hay tanta consideración interna. Si me acepto a mi mismo, no necesito constantemente de la consideración interna, esa dependencia de la opinión pública. ¡Uh…! ¡Cuánto depende uno de la opinión pública, de los demás! Hasta cuando vamos a la playa, uno no se olvida de esto; número uno es la consideración interna. No es caer en la desconsideración, porque la consideración externa hay que cultivarla siempre, según Gurdjieff, y la consideración interna jamás, pero nosotros somos de cabeza alta, estamos al revés según el kundabuffer, es decir consideramos muy poco exteriormente y mucho interiormente, depende de lo que el otro me dice, hasta la misma suegra. ¡Qué consideración interna frente a la suegra! Gurdjieff puso algo muy importante que nos da la pauta, el dice: Es muy difícil, pero sería muy importante aceptar las emociones o reacciones negativas de sus alrededores, de los otros. ¡Imaginense! Es casi cristiano esto. La otra mejilla. Una gran parte de nuestra esclavitud es que no aguantamos las emociones negativas de los otros, eso nos limita mucho, en la carrera, en los negocios, en la familia, entre las amistades. Hasta en las patotas hay esta ley, pelean inmediatamente cuando alguien se vuelve negativo contra el otro. Pero así estamos nosotros en este nivel.

El destino del hombre, el significado del hombre es justamente trascender esta parte donde nos abandona la naturaleza. Uds. todos han leido que la naturaleza nos permite llegar a un cierto nivel en la vida, y después nos abandona en relación con un posible desarrollo. Ese desarrollo tengo que ponerlo yo mismo. La evolución es posible debido a un gran deseo eseral del hombre y a aprender a comprender las reglas de este juego. Y una de las reglas de este juego es aceptar, por ejemplo: que soy trabajado, que soy maleado, ¡que soy pinchado! Que soy trabajado, pero inmediatamente, en esta segunda atencion, el hombre se siente ya casi acabado, y tiene su orgullo, su vanidad, su autoimportancia y ¡cómo voy a permitir que trabajen sobre mi! Ahí esta el punto, no quiero hacerme pasivo frente a esto.

Con estas palabras que digo a uds. los domingos, en realidad trato de trabajar sobre uds. No es para mí. No tiene ningun valor dar una charla interesante o tener el visto bueno del profesor (risas). Hasta esto es muy dificil llegar…

El hombre tiene que ser trabajado y eso no lo acepto suficientemente; quiero trabajar a mi manera, rebelde, muy rebelde, tiene que ser así. Pero dicen un poquito más allá, es decir que hay en mí también ese mundo oscuro, ese mundo de sombra, una gran obstinación, reticencia, porque ya tengo un ego muy crecido. ¡y con este ego muy crecido no voy a trascender jamás!. Quiero trascender con mi ego. Al otro lado si quiero subir a la cima de una montaña tengo que llevar todo de mí, no puedo decir: las partes malas que no quiero, las dejo abajo en el valle y la mejor parte la llevo arriba para estar en éxtasis de montaña. Yo conozco el éxtasis de montaña (como alpinista), es algo muy especial, pero tengo que llevar todas las partes y tener mis subidas a la montaña pero después debo regresar al valle, habiendo tenido lo que se llama: experiencia de cima, peak expierence.

Es el ego que se ha cristalizado, que se ha formado y no tiene una disponibilidad suficiente para aceptar. Acepto hasta donde me es comodo, hasta donde no va contra mis intereses, contra mi orgullo. Tenemos un compañero hace muchisimos años en el Trabajo y un día mi señora le dijo a él: ¿Puedo darle un consejo?. –No, no quiero consejos. Estoy harto de consejos.- Él ya no quiere ser trabajado con muchos que están en el camino o se han quedado en el escalón. Uno está realmente en el camino cuando ha trascendido el escalón. Para nosotros las palabras son muy fáciles, aquí hay una gran cantidad de “maestros chambones” que ofrecen todos los caminos y el escalón también, pero eso es justamente nuestro problema, el escalón puede ser muy largo, muy duro, realmente un esfuerzo. Despues en el camino ya es distinto, porque el camino lleva, pero para acceder al escalón hay que trepar, hay que superar tal vez un peñasco. Tal vez necesito esa famosa audaz esperanza para llegar al camino.

Si se ve todo esto con una visión de realidad, es mucho más serio este juego que llama de Ropp: Master game, el juego maestro, el juego de la transformación del hombre en estas enseñanzas.

El ego y todas sus ramificaciones son el problema. Siempre pienso: yo, digo: yo, siento: yo, actúo: yo, reacciono; etc., y esa es una enorme limitación, visto objetivamente. Tal vez en este momento podemos ver un poquito más objetivamente. Existe la posibilidad, como tantas veces hemos dicho, de no decir yo a todo. Aceptar las cosas como se presentan, tomarlas como un reto. Pero inmediatamente reacciono y pongo un yo: yo lo explico, yo lo justifico, yo miento; esto es la reducción de los yoes. Hay un diagrama auxiliar en el Cuarto camino de Ouspensky que seguramente han visto: la tríada estática, es decir que algo siempre queda igual, el cuerpo sigue siendo siempre el cuerpo y al lado hay un posible traslado de las cosas en el sentido de que todo lo activo en un lado está formado por muchos yoes, pero después es al revés, la falsa personalidad con muchos yoes se queda así y la esencia es lo que realmente soy y queda más activo balanceado.

Esta aceptación tiene que ver con un problema especial tambien, que cada hombre nace con los dos sexos, es decir no exteriormente, sino en el sentido del sexo en su significado cósmico, es decir, cada hombre lleva una parte femenina y está del lado de la aceptación y la parte masculina es más del lado de la acción. Regresamos una tercera vez al famoso evangelio de Santo Tomás, maravilloso evangelio, que voy a citar otra de sus partes más profundas: “ cuando se une lo másculino y lo femenino, cuando los dos se hacen uno, y lo másculino se hace femenino sin ser femenino, y lo femenino se hace masculino sin ser masculino, entonces así si pueden entrar al Reino de Dios.” Antes de esto habla de ser como niños como en los otros evangelios.

Esta union en mi, tiene que ver con la aceptación, hasta que punto como mujer acepto mi parte masculina, hasta que punto soy capaz como hombre de aceptar mi parte femenina.

Mi parte femenina en el hombre, pertenece a la parte reprimida, a la parte que en mi es oscura. Gurdjieff dice ya con respecto a esto, en los Movimientos ya lo pueden ver: que el hombre sea realmente hombre y que la mujer sea realmente mujer, después pueden unirse.

Los hindues tienen un raro ideal ahí como estatuas, tal vez lo han visto: hay un Shiva que tiene partes femeninas, pechos femeninos, es el aspecto Ashvanarishvara. Rishvara es el Señor de la parte, la unión de la parte femenina y masculina, pero eso hay que ponerlo en el plano psicológico, en el plano de la totalidad. Si no acepto la otra parte en mí, la otra parte del sexo, no como acto sexual, sino como parte psicológica entonces no hay totalidad. Si no hay esa totalidad, tampoco hay trascendencia, queda siempre en la periferia, del punto de vista de la posible trascendencia. Repitiendo: ACEPTANDO TODO TRASCENDERAS.

Uds. ven, las grandes figuras de los avatares, de la humanidad, conocemos las estatuas del Buda, conocemos las descripciones del Cristo, pero en realidad no podemos definir el Cristo como hombre o mujer; no podemos decir que el Buda es un hombre o una mujer es una totalidad, es algo trascendido. Cuando hacen una imagen del Cristo vienen los pintores, los escultores, y hacen su parte subjetiva, pero eso que hacen los hindues es ya arte objetivo. Y han trascendido tambien la dependencia, la opinión del mundo, el mundo está riendose de él, le tiran cualquier cosa cuando va camino a la cruz y le ponen su corona de espinas, no tomándolo sentimentalmente, sino tomandolo como un símbolo; es el camino del reproche, es el camino del oprobio. Tenía que desaparecer un hombre tan grande, tan inaudito en sus manifestaciones, un hombre que dice: “he venido a traer la espada y no la paz”. Intolerable es esto y tenía que morir.

Hasta el Buda tendría que morir envenenado y Gurdjieff también tenía que llegar a esto del camino del oprobio, nos olvidamos muchas veces, el había trascendido completamente de considerar la opinión de los demás, por eso los libros anecdóticos sobre él, donde lo pintan así o asá, mal-bien, arriba-abajo; todo esto es desde un ángulo muy pequeño, muy personal, en realidad era el camino del oprobio. Los maestros en el oriente, los knashas?, han siempre llamado al camino, como lo llama Bennett en algun libro el Malamat, es un camino del hombre del oprobio, que es más difícil que el santo muy querido. Pero eso también es una trascendencia muy grande.

 

 

 

Nos encontramos frente al Trabajo; a un arte, a una ciencia y a una filosofía también, y en cierto sentido, a una religión universal; las cuatro manifestaciones principales del hombre. Entonces como cada arte, cada ciencia, necesita en realidad entrar en la búsqueda de un método. Ese método debería ser transmitido por la escuela y por los instructores, pero así como es se pierde fácilmente al comentar los eventos de anecdotas, y los mismos instructores muchas veces no tienen la visión sistemática de cómo enfocar un arte o una ciencia. En la vida, en la filosofía, en la ciencia uno quiere avanzar, uno quiere ganar conocimiento y después escalar posiciones. Aquí en el Trabajo es una inversión en pérdida, eso que nadie quiere en realidad respetar; todos quieren invertir en ganancia, en el budismo zen está esto también de una inversión en pérdida. Pero la mayoría de los occidentales quieren invertir en ganancia.

Y así se llama Trabajo, pero ese trabajo tiene un principio, ese Trabajo solamente da resultados a medida que uno es consciente de este Trabjo. La mayoría se lanza a este Trabajo en forma inconsciente, a ver que pasa cuando cuento una anécdota, una experiencia, pero entonces esto es muy bravo. Necesitamos algo de consciencia, la consciencia del Trabajo, y ahí aparece un problema: el occidental está acostumbrado a buscar resultados porque el pensamiento es utilitario, el pensamiento materialista esta muy arraigado, sumamente arraigado. Pero aquí en el Trabajo es al reves, en este arte es en realidad como en el gran arte plastico, en el gran arte, el Gran Arte, no en un arte cualquiera.

Es no buscar resultados inmediatos, como dice la escritura sagrada de los hindues, el Baghavad Gita, el canto del Gran Señor, renunciar al fruto de la acción, no estar interesado en el fruto de la acción, porque mi personalidad inmediatamente quiere apoderarse y elogiarse, inflarse, atribuirse cosas. Porque todavía no hay humildad en el Trabajo, todo es una gran voracidad de apoderarse de las palabras, del conocimiento dado en los libros, pero me toma una flojera, y uno dice –no eso es muy difícil- pero como ya está el esposo hay quedarse acoplado hasta que venga una búsqueda propia.

El fruto de la acción no debe interesar; el cómo trabajar es lo importante, trabajar si es posible comprendiendo que es trabajar con catalizadores, con los ejercicios dados, por ejemplo : pasar por una puerta, y estar presente en el momento cuando paso; un ejercicio que todos han hecho y ¿qué queda de esto? Uno esta encantado despues cuando puede decir: -ahora puedo pasar por diez puertas, once puertas, entonces uno está contento: fruto de la acción; pero eso es tomar el medio como fin, el fin no es esto de la puerta, sino que es usar la puerta , el medio, es el medio para estar presente un momento, y esto es como: que la mano izquierda no debe saber lo que hace la mano derecha, lo debo esconder, sentir mi presencia, y nada más , sin comentarios, sin elogios, sin auto-jactancias, sin nada de satisfacción; un ejercicio que podría desarrollarse en un catalizador en otros momentos de presencia, otros y otros.

La presencia no se puede alcanzar de un momento a otro, es una de las cosas mas importantes, porque viviendo en la imaginación, en la identificación, siempre en el pasado o en el futuro, esperando cosas o todavía rumiando cosas, el presente es algo único. Hemos hablado en otra oportunidad que el presente es la puerta hacia arriba, porque literalmente salgo por un momento del tiempo y estoy en el tiempo universal , en la eternidad, en la vertical. Por eso es tan importante que estos momentos se presenten puros en uno, sin comentarios intelectuales interiores, sin interpretaciones y esa es la preparación para cultivar mejor el método, que es la clave, que es la observación de sí, seguido después, con el tiempo, por la investigación de mi mismo, que es la parte pasiva, la observación es la parte activa, el resultado es el nivel de conocimiento de mí mismo, formando una tríada. Eso naturalmente es un pensamiento avanzado, decimos -yo he leído la idea de las Tres Fuerzas, pero ¡qué poco he sido capaz de trabajar en mi mismo en forma triádica con esto!

El hombre debe llegar a admitir que no puede observarse imparcialmente, porque en todo lo que el hombre ve se mete inmediatamente el pensamiento: de bueno o malo, me gusta o no me gusta, es esto o aquello, o mil formas que no quiere ver; inmediatamente interpreta o analiza y falsifica la observación de sí, esto es una gran clave; cuando una observación de sí comienza a volverse más imparcial. Si uno ve, es increíble, que parcial soy frente a mí mismo, tomo todo personalmente, como insulto, ofensa, como falta de consideración, como consideración interna, como identificación, como excitabilidad, como susceptibilidad, etc.

Todo esto es el Trabajo, y ahí está convertir el observarse a sí mismo como un catalizador. Hay tres elementos: observarse, recordarse para profundizarlo, y esto exige el tercer elemento: la presencia. Sin presencia de mí mismo, no hay recuerdo de mí mismo. Asi comenzamos y por muchos años uno confunde el recuerdo de sí mismo, con el pensar que estoy recordándome, yo creo que estoy recordándome, pero esa es una creencia cuestionable. Recordándome a mí mismo, no me infla, no me da satisfacción, al contrario me puede dar un cierto sufrimiento. No me da elevación en el sentido de –mire que cosa especial: no es un estado de Satori, no es un estado de Samadhi, sino es recordarse de sí mismo, regresar a algo en mí donde normalmente no regreso ni se que existe esa parte.

Hay una gran clave para enfocar este Trabajo y usar catalizadores y no atraparlo inmediatamente. No puedo atrapar un catalizador, no sirve, sino que hay que dejarlo trabajar porque su presencia promueve un proceso. Eso necesita paciencia y comprensión, porque todo el mundo quiere prenderlo directamente, como es comprensible. Y hay un principio del Trabajo que uno se olvida y uno también tiene la tendencia de fijarlo, en sentido positivo; pero el famoso dicho de Ouspensky: “que la fotografía primero tiene que ser desarrollada, y después se pone la sal fijadora”. Y todos en el Trabajo, ya con el tiempo ponen sal fijadora –ah, ya lo tengo, eso es así o eso es asá- entonces no son más móviles, no son más dinámicos, sino que caen en unas aguas estancadas y en realidad todo tiene que fluir, agua fluyente.Hay unos aforismos muy adecuadas, muy profundos que son de John Tuma, a quien Gurdjieff confión la dirección del grupo de Chicago, ya la primera vez que fue en 1924, y que por muchos años estuvo trabajando con un grupo de Chicago y mandó bastante plata también el Prieure. Era un poeta negro de la Intelligentzia de Haarlem y tenía mucho éxito en su época.

Tiene tres aforismos, si mal no recuerdo: REALIZANDO MI PROPIA IGNORANCIA, ES EL PRIMER PASO AL CONOCIMIENTO. Hay muchos sabios antiguos que han dicho esto, pero con otras palabras, tengo la idea equivocada cuando trabajo al pensar que mi erudición es el primer paso al conocimiento, confío en mi erudición, en el material que tengo, en los conceptos, en lo leído; leído pero no comprendido, leído pero no vivido suficientemente. Eso es muy importante, darse cuenta en realidad de la ignorancia. Uds. tal vez me toman como una persona que sabe bastante, pero yo lo que realmente realizo frente al Gran Conocimiento, es una ignorancia tremenda. Frente al Gran Conocimiento hay que ser muy modesto trato de no hablar más alla de mi comprensión, realizando mi ignorancia es el primer paso al conocimiento, ahí puede nacer el deseo de conocer realmente. Conocer es una buena palabra, porque antiguamente, CONOCER ERA GENERAR, en griego ……..:genero. La Gnosis, la antigua Gnosis, no es el conocimiento de sistemas, de palabras, sino es la generación de algo distinto para mi transformación.

El segundo aforismo: REALIZANDO MI MECANICIDAD ES EL PRIMER PASO A LA LIBERACIÓN.

Esto es difícil, realizando realmente mi mecanicidad. Como confío constantemente en la vida en mi mecanicidad, con la cual hago fortunas, hago mis negocios, etc. Naturalmente con las experiencias hasta cierto punto hay que admitir: Si, si, si tengo rasgos mecánicos, es cierto.Pero siempre hay una reserva mental: -En realidad tan mecánico no soy… -pero esta bien en el grupo ya es usual de acusarme de que soy mecánico, entonces entro en el coro, pero la reserva mental existe y es realizar mi completa mecanicidad y con todos mis sentimientos tan apreciados, tan especiales míos, pero también son por gran parte mecánicos. Hay otros, pero no hay que hacer digamos, solamente constataciones barredoras. La realización de mi completa mecanicidad en las funciones; mi pensamiento lo llamo estructurado, mi emoción es lo que siempre se repite, que uno tiene siempre las mismas emociones, es increíble pero es así, y si uno cambia de pareja, no cambian las emociones. y en el instinto también; se han formado ciertas idiosincracias, mis maneras, mis reacciones viscerales. Muchas reacciones son viscerales, estas son psicosomáticas. Todo esto es mi mecanicidad.Y hay en el dicho de Gurdjieff: “ que toda la vida es una ciega reacción”. Yo pienso que actúo: escojo un negocio, hago un viaje, etc., todo esto es en realidad una reacción y muy poco en mi hay de verdadera acción, que esté respaldada por otro yo en mí, no por yoes de deseos. Así es el juego de Maya, del Samsara, de la Vida, del Océano de la existencia.

Pero hay un tercer aforismo de este John Tuma: REALIZANDO MI NADIDAD ES EL PRIMER PASO HACIA MI SER. Eso vale mucho. Yo quiero ser, yo quiero ser importante, yo quiero ser feliz, quiero ser inteligente, quiero ser rico, quiero ser famoso, quiero ser contento, quiero ser mil, mil cosas, pero no realizo mi nadidad. Porque uno tiene miedo a la nada, (ya tema filosófico), porque vivimos en el mundo de los opuestos, entonces dice: “La nada no es existencia”. Cada ser tiene miedo a no existir, a perder su existencia. Pero no es así, es el tema oriental del Vacío que es muy grande, no puedo tocarlo aquí, pero es lo mismo, y la nada no está desprovista de existencia, eso es algo como un Koan, como una paradoja. Más siento mi nadidad, en realidad más siento a mí mismo como valor, como algo lleno. Yo estoy acostumbrado a sentirme lleno con muchas cosas que tengo; erudición, cultura, educación,bienes, coches, lanchas, yates, casas, dinero, pero eso en realidad no llena realmente mi ser, al contrario, vacía mi ser porque estoy identificado con estas cosas y soy dependiente de ellas… Pero si realmente siento mi nadidad, no es algo negativo, sino que es como la base en donde puede crecer mi ser; el crecimiento del ser es una parte muy importante en el Trabajo. Cómo trabajar incluye como desarrollar más y más mi ser, mi conocimiento también, pero en conjunto.

Gurdjieff pone en su libro la idea de la Caída; la caída es en realidad hacia un punto más cercano de estabilidad. Yo he vivido momentos de caída física, real, en los Alpes, felizmente aguantó la soga, pero todavía siento vívamente estos momentos cuando estoy con las primeras falanges de los dedos tratando de mantenerme y no puedo porque no hay nada más para hacer. Uno trata de aguantar, encrispándose, pero viene una tremenda tensión de todavía aguantar, aunque sea segundos, fracciones de segundos; aguantar, aguantar, aguantar… pero después viene un momento cuando uno se entrega, se entrega a la caída. Eso es algo muy beneficioso, ¡qué felicidad que me puedo entregar y caer! Felizmente aguantó la soga…

Entonces esa nadidad también para nosotros contiene un poquito la falsa idea de una caída. Es una caída pero al próximo lugar de mi estabilidad: donde soy nada, soy estable; donde soy algo, soy vulnerable; donde soy algo, soy susceptible, etc. Entonces este mensaje es muy bueno.

Esto naturalmente presupone una cierta madurez en el Trabajo, llegar a realizar estos tres principios. Como uno no trabaja solo, con el tiempo tiene que cambiar la relación con otras personas, es decir en la vida, uno está acostumbrado a ver sus relaciones, hasta sus íntimas relaciones como un fin: el fin de estar casado, el fin de tener actividad sexual garantizada, el fin de no estar solo, hay muchos fines y cada persona tiene un fin en su vida. Pero en el Trabajo es usar a las personas también como un medio. Cada persona en el Trabajo puede tener un mensaje para mí. Yo he tenido esta experiencia, donde menos he creído había un mensaje que esta persona tenía para mí. Recuerdo una vez en NY, en Mendem, un sábado en la noche había un visitante, un Sr. Spieglberg. Me contó que estaba en el Japón en el zen,¡qué interesante! Estaba en esa época en el zen, qué cosas me sabía contar: -ya no vive-: cuando me despedí de mi Roshi, de mi maestro, le pregunté si no me podía dar un principio para la vida: “Keep always your back straight”. Mantengan siempre la espalda recta. En ese momento sentí vivamente: Eso era para mí. El no daba mucha importancia a esto, este consejo no era lo que él había esperado. Pero tenía un mensaje. Se ha transmitido el mensaje. Cada persona puede tener un mensaje para mí, veo con los ojos de la personalidad, por eso es tan importante que las relaciones en el Trabajo sean distintas, que uno vea en el otro a un compañero del Trabajo. Cuando esposo y esposa son también compañeros del Trabajo, hay una cierta desidentificación que es necesaria. No significa llegar a una indiferencia. Aquí hay que intercalar algo; cuando uno entra en el Trabajo debe descubrir uno de los principios más importantes que es : DOSIFICAR EL TRABAJO. Aprender que no tengo energía para trabajar cuando quiero o cuando me empuja algo sino que tengo muy poca energía para trabajar. Trabajar es en realidad usar una energia de Trabajo, una energía más consciente, de la cual tengo muy poca provisión. No es cuestión de trabajar mucho, sino muy poco dosificando y después vivir mi vida. Hay un problema ahí que es: que como el hombre está acostumbrado a vivir con culpa, especialmente acá donde se les ha inculcado la culpa, el sentimiento de culpa, por la educación, etc. No hay que sentir ninguna culpa cuando uno no trabaja, el Trabajo no puede ser impuesto, sino que necesita venir de otro deseo, realmente el deseo de mi ser de trabajar. Y trabajar poco en momentos dosificados, vale mucho más que una semi-idea que estoy recordándome y ahora voy a desidentificarme. Sino que todo tiene que ser un poquito separado, vivir mi vida sin culpa y ahora decidir cuando voy a introducir momentos de Trabajo en mi vida cotidiana. Eso puede ser frente a una puerta cuando paso, puede ser frente a una persona, puede ser en la oficina. Cuando yo tenía una oficina en Lima, traté de quedarme despierto hasta entrar en la oficina, imposible, imposible, traté todos los días, llegué al ascensor y ya me perdí, o llegaba un poquito antes a la puerta y me perdía, imposible, imposible, nunca podía solucionarlo. Después de muchos años por otros países, ahora siempre que entro a una oficina estoy más despierto.

Entonces dosificar el Trabajo y decidir: trabajo o vivo. Después con el tiempo los dos pueden acercarse, y eso lo he dicho, en Vida y Trabajo. No pueden ser separados y ciertos principios deben entrar en la vida.Eso tiene que ver con la Metanoia, de cambiar el pensamiento. Porque la presentación del Trabajo no es muy feliz, el pequeño libro es “faute de mieux” y por falta de algo mejor, un libro de introducción pero es muy logico, muy poco analógico, muy poco simbólico. Era la época y era la manera de Ouspensky y seguramente tenía su enorme mérito y todavía lo tiene, pero hay que superar esto y ver como ya en “Fragmentos” el comienza a cambiar en un pensamiento ya más analógico, cuando habla de la fábrica humana, de la alquimia y del cuerpo. Aquí ya es algo simbólico, analógico y este pensamiento debe entrar en uno en la vida con el tiempo, es la base del esoterismo, es la base de la parte interior de todas las religiones. Por eso las parábolas del Sr. Cristo son parabólicas y analógicas. El Buda, todos sus Sutras y sus discursos son completamente analógicos, no son lógicos, sino analógicos, como puentes simbólicos y en otras religiones también. Eso es una necesidad del Trabajo y así de esa manera influencia tal vez por primera vez mi vida; y si este pensamiento analógico entra, hay una relación con mi vida, con mi trabajo. Racionalizar el Símbolo, es matar el símbolo, lo diceGurdjieff. En el capítulo 14 de “Fragmentos “, en la primera parte sin el eneagrama, que debieran leer más frecuentemente para comprender la existencia, la importancia de lo que el llama “la ciencia objetiva”, esta en ingles “objetive knowledge”. En el francés creo que lo han traducido como ciencia. Es mejor en realidad como conocimiento objetivo, conocimiento superior, o culto esotérico, conocimiento del círculo interior de la humanidad. Bueno, todo son palabras, palabras,palabras…

En resumidas cuentas Uds. ven que hay muchos principios muy profundos para aplicar en la manera como estoy trabajando. No trabajar inconscientemente, sino trabajar con ciertos principios y recordando que los resultados en el Trabajo son directamente proporcionales a la conciencia que tengo de este trabajo.

Pequeño epílogo: hemos hablado de una caída, el hombre tiene normalmente gran miedo a la caída, excepto ciertos deportistas de saltos ornamentales o de la garrocha, o de los saltos de ski, pero el hombre hoy no quiere dejarse, no quiere abandonar esta cultura, esta educación, hemos aprendido a aferrarnos a todo, a los bienes, a la familia, etc. Esta actitud unilateral con el tiempo tiene la carencia por otro lado que no me puedo dejar. Hay el famoso dicho de Meister Eckhardt, el gran místico alemán, sobre el desapego, yo no me dejo, porque siempre me aferro a algo; un pensamiento, una esperanza, encrispadamente no me dejo, je ne me lais pa. Y ahí algo, hay un gran salto abismal, un gran salto existencial. Si me dejo realmente caer, no el sentido de caer de una roca, entonces ya hay algo distinto que me puede esperar. Muchos de Uds. tienen el libro del I Ching, y ahí el traductor Richard Wilhem, escribió en su libro “El hombre y el ser”, que si nos dejamos caer enteramente, podemos sentir que somos apoyados por las fuerzas de la Gracia. Por eso no nos viene la Gracia. Si me dejo caer enteramente….

Carlos Matchelajovic

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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